Hoy en día el volumen de datos al que tienen acceso las empresas es cada vez mayor, y su aprovechamiento es vital. Hay numerosas plataformas, softwares, librerías, frameworks, etc., con los que se pueden explotar los datos, y cada vez hay también un mayor número de profesionales muy cualificados que pueden llevarlo a cabo.
Sin embargo, para las pequeñas y medianas empresas, que suponen la gran mayoría del tejido empresarial, no es fácil acceder a estos recursos o crear su propio departamento de data science.
Hay empresas que no disponen de una organización estructurada de los datos, sino que éstos están dispersos en distintas fuentes o separados por proyectos, perdiéndose así la posibilidad de utilizarlos para mejorar la toma de decisiones.
En otros casos, las empresas sí almacenan un volumen considerable de datos, pero no realizan un tratamiento sistemático y enfocado a objetivos concretos, por lo que se pierde gran parte de su utilidad.
Smart data
El Smart Data en el que creemos en Keron Data se basa en dos principios:
- Recopilación y almacenamiento útil
- Explotación en función de objetivos
Hay que preguntarse:
¿Qué queremos saber y qué necesitamos para averiguarlo?
Es decir, el volumen de los datos no es lo importante; lo que cuenta es tener claro qué se quiere conseguir con los datos, y en base a eso, recopilar y almacenar los datos que realmente sean útiles, y realizar los análisis, gráficos, dashboards y/o algoritmos de predicción que encajen con lo que buscamos.
Cada empresa tiene unas necesidades concretas, por eso no hay una “solución universal” para el uso de los datos, ni el “big data” es necesario o incluso útil en todos los casos. Para unos puede ser vital el disponer de un gran volumen de datos en tiempo real, para lo que tendrán que usar clústers y tecnologías como Spark y Hadoop; y otros, en realidad una gran mayoría, pueden optimizar su funcionamiento con hojas de Excel y visualizaciones y dashboards en Power BI, Tableau o Qlikview.
Lo importante no es la tecnología que se use, sino las necesidades y objetivos de cada empresa, no tiene sentido invertir miles de euros en un software que pueda procesar cientos de millones de datos si nuestra empresa almacena mil o diez mil nuevas filas al año y se pueden explotar de manera mucho más sencilla con una hoja de cálculo. Pero del mismo modo, con las posibilidades que ofrece el mundo hoy, es un desperdicio no tratar de explotar los datos de nuestra empresa simplemente porque no tienen un volumen de millones de filas.
El volumen no importa, lo que cuenta es lo que se hace con los datos de que disponemos.
